El marketing online puede resultar un negocio duro. El nivel de competitividad que estás
encarando es, por lo general, extremadamente alto, y el tiempo de atención de la audiencia media de internet, extremadamente limitado. Así que querrás maximizar el impacto que causes en esa pequeña porción de tiempo en la que cuentas con la atención de tu visitante. Una forma para conseguirlo es empleando los principios generales de la psicología para conseguir una mayor efectividad con tus contenidos.
Utiliza un lenguaje que capte los cinco sentidos del lector. Esta es una técnica para mantener la atención. Tanto si son o no conscientes de estar haciéndolo, los lectores dedicarán una energía mental extra a pensar e imaginar sobre cualquier sensación que se induzca. Haciendo uso de todos los sentidos, puedes incrementar la cantidad de imaginación que el lector ha de poner en juego, y esto se traduce en que pondrá mayor atención en tu contenido, lo quiera o no.
Salpica tu contenido con preguntas retóricas. Estas preguntas son, de lejos, más poderosas de lo que puedas pensar. Una frase como “¿no te gustaría ahorrarte el 50% de la próxima herramienta que compres?” no es simplemente marketing vacío. Tiene un efecto subconsciente en sus lectores. Estos empezarán a elaborar respuestas a estas preguntas tanto si se dan cuenta de ello como si no. Aunque esto puede reducir su atención a corto plazo (evita poner información particularmente importante justo después de la pregunta retórica), les sumergirá en aquello que están leyendo y será más probable que lo lean hasta el final.
Tu estilo medio de escritura debería ser implacablemente positivo. Intenta evitar las sentencias de corte negativo. Incluso los hechos negativos deberán ser reescritos para evitar la negatividad (P.ej: usa “mantén tu cocina impecablemente limpia” en lugar de “no ensucies”). Inducir un sentimiento positivo en tus lectores es tremendamente importante, y no querrás emplear ni una sola palabra que no contribuya a este objetivo.
Una de las razones por las que necesitas toda la positividad posible es porque tu contenido ha de provocar una llamada a actuar. No deben quedar dudas en las mentes de los lectores acerca de lo que deberían hacer justo al acabar de leer tu trabajo. Puedes ser explícito y directo acerca de qué acción deseas que realicen tus lectores sin, por supuesto, llegar a ser agresivo. En muchos casos, la llamada a la acción más efectiva es simplemente aquella que invita a los lectores a aprender más, e indagar más en tu contenido persuasivo.
Finalmente, te darás cuenta de que los lectores se conectan mejor con una persona, que con una voz sin rostro. Esto hace que sea buena idea empapar tu contenido con tanto de tu personalidad como sea posible. Si te sientes cómodo escribiendo un testimonio directo o una anécdota, deberías hacerlo de inmediato. Incluso si esta clase de estilo no se ajusta demasiado bien a tus propósitos, aún puedes dejar que tu propia y distintiva voz se haga patente. Permitir a tus lectores que se construyan una imagen mental de ti les animará a confiar y a seguir leyendo.
Como la psicología tiene un enorme y complejo papel que jugar en el campo del marketing, las sugerencias presentadas anteriormente te permitirán poner estos principios psicológicos a trabajar en tu contenido publicitario de forma inmediata. Si estás conforme con los resultados que consigan, puedes seguir aprendiendo muchas otras tácticas psicológicas que te depararán igualmente buenos resultados.